Atkinsons, una de las casas de perfumería más antiguas de Gran Bretaña, fue fundada en 1799 por James Atkinson, quien se trasladó a Londres con nada más que una receta de perfume y un oso como mascota. Rápidamente ganó fama y el reconocimiento de la realeza británica gracias a sus fragancias originales y su audacia empresarial. Con una historia que abarca más de dos siglos, Atkinsons se ha reinventado continuamente, manteniendo su herencia a la vez que innova. Sus perfumes, que combinan lo clásico con lo contemporáneo, son apreciados por su calidad, elegancia y el legado de una marca que ha perfumado a la aristocracia y a los personajes más emblemáticos de la historia.